Mucha gente hace ejercicio físico, pero no toda la gente que lo hace sabe a que nos ayuda. La verdad es que nos ayuda a muchas cosas. Nosotros hemos puesto algunos ejemplos:- Nos ayuda a nivel psicológico, a afrontar la vida con mayor optimismo y aumenta nuestra autoestima ya que nos hace sentir bien.
- A nivel mental podemos decir que la realización de actividad física mejora algunos trastornos mentales como la depresión y la ansiedad.
- Opera cambios en la mente del hombre hacia direcciones más positivas.
- Ayuda a fortalecer los huesos y a ejercitar los músculos.
- La actividad física y la aptitud fisiológica prolonga la longevidad y protegen contra el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, ataque cardíacos, obesidad, osteoporosis, cáncer de colon y depresión.
- Mejora el sistema cardiovascular y aparato respiratorio.
- Aumenta la circulación cerebral, lo que hace al individuo más despierto y alerta, y mejora los procesos del pensamiento.
- Mejora y fortalece el sistema osteomuscular (huesos, cartílagos, ligamentos, tendones.) contribuyendo al aumento de la calidad de vida y grado de independencia especialmente entre las personas con más edad.
-Prolonga el tiempo socialmente útil del hombre así como al mejorar su capacidad física, cardio-vascular, ósea y muscular eleva sus niveles productivos, por lo que retarda los cambios de la vejez. Asegura una mayor capacidad de trabajo y ayuda al aseguramiento de la longevidad al favorecer la eliminación de toxinas y oxidantes.
-Mejora el aspecto físico de las personas.
Pero el deporte también tiene su parte peligrosa. La creencia de que cualquier ejercicio físico es adecuado para mantener la salud conlleva el uso, en muchas ocasiones, de actividades, ejercicios, deportes, que tienen un efecto negativo sobre aquella. El problema nace en cuanto estas personas inician el ejercicio sin ninguna recomendación por parte de profesionales de la Actividad Física y el Deporte, a los que raramente se acude, cuando son ellos los que deberían establecer la metodología a seguir para lograr el objetivo deseado (estableciendo el tipo, intensidad, duración y frecuencia del ejercicio físico).
Así puede ocurrir que mientras una persona realiza una actividad que cree que tiene efectos beneficiosos, va acumulando una serie de estímulos que no son adecuados para sus sistemas orgánicos.
Aunque a primera vista el ejercicio físico se ve como un fenómeno positivo y saludable, hay que plantearse cuánto ejercicio físico es sano para la salud y cuál es el ejercicio que se debe practicar, pues puede producir lesiones en los tendones, músculos y en ocasiones roturas de huesos.
La práctica de deportes de resistencia o una fuerte actividad física mantenida durante años eleva el riesgo de sufrir en el futuro la arritmia.
El ejercicio físico de alta intensidad puede producir efectos nocivos en el sistema inmunológico.
Para concluir podemos decir que es bueno hacer deporte pero que no sea de alta intensidad y que para hacer deporte es recomendable pedir consejo a un especialista.
Autores: Antonio Navarro
Pablo Tovar.
Curso: 6º de Primaria.
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